Por vacunagate. Javier Ramírez es sindicado de permitir inmunización express a favor de trabajadores del Poder Judicial. También hay servidores implicados en la pérdida de dosis.
Los hechos irregulares sobre la vacunación en Cusco, apuntan al gerente regional de Salud, Javier Ramírez y su esposa, Nora Carmen Gamarra Palomino. Así lo determina la Contraloría General de la República. Ramírez en el «Vacunagate» y la segunda en la pérdida de vacunas en el Colegio de Ingenieros.
Según el informe N° 01-2022, Ramírez autorizó la vacunación diferenciada que privilegió a los trabajadores del Poder Judicial y familiares en setiembre del año pasado. Pese a que el funcionario lo negó en más de una vez, según la Contraloría ,él autorizó la jornada de inmunización irregular en el local de la Corte Superior de Justicia del Cusco. Lo hizo a “pese a que esa intervención no se ajustaba a ninguna estrategia de vacunación”, dice el informe. Ello ocurrió mientras la población realizaba largas colas en otros vacunatorios oficiales y publicitados. En este caso también se halló como responsables a la directora de Salud de las Personas, Liliam Lima y la coordinadora regional de Inmunizaciones, Lida Zamalloa.
Sin embargo, la Contraloría también halla responsabilidad en Ramírez por la vacunación a personas de 30 a 39 años con dosis dispuestas para el cierre de brechas de mayores de 40 años, así como por promover la inmunización de menores de 12 a 19 años, sin un protocolo de vacunación a menores de edad aprobado en las fechas de intervención. Esta jornada se realizó el 11 de setiembre del 2021, cuando el Ministerio de Salud (Minsa) no había autorizado, ni priorizado dicho grupo etario.
La Contraloría recomienda una denuncia penal contra el gerente de Salud y anunció el inicio de un proceso administrativo sancionador. Pese a estos hallazgos, el gobernador regional del Cusco, Jean Paul Benavente, aún evalúa la permanencia de Ramírez. Dijo que esperará sus descargos para tomar una decisión.
Pérdida de vacunas
Otro escándalo en la vacunación anticovid, en Cusco, tiene que ver con la pérdida de 28 frascos de vacuna Pifzer, valorizado en S/ 9 573, 20. en la jornada de inmunización del Colegio de Ingenieros el pasado 3 de octubre. Además del perjuicio económico, se perjudicó a la entidad en la disponibilidad de 168 dosis de vacunas contra la COVID 19 para inocular a la población.
El informe de control específico N° 30614-2021 determinó como responsables de la desaparición de las dosis a la coordinadora general de Inmunizaciones de la Red de Servicios de Salud Cusco Sur, Nora Carmen Gamarra Palomino, esposa del gerente regional de Salud, Javier Ramírez y otras dos funcionarias de la entidad.
La Contraloria acusa a las servidoras de incumplir sus funciones en la jornada de inmunización, vulnerar las directivas de vacunación y omitir sus acciones frente al faltante de biológicos. Anunció, en este caso, dos procedimientos administrativos, sujetos a su potestad sancionadora contra Gamarra Palomino y la supervisora de la vacunación, Shirley Susan Juárez. De corroborarse la responsabilidad, la Contraloría podría sancionarlas hasta con la inhabilitación.
Hay que precisar que la desaparición de vacunas se dio parte a la policía, dos semanas después.
Vacunación para menores sin protocolos
Según la Contraloría General de la República, Cusco fue la primera región en vacunar a los menores de 12 a 19 años, cuando aún no se contaban con los protocolos de intervención. “El Plan Regional de Vacunación no consideraba como población objetivo, menores de edad”, dice el informe. Esto habría afectado el proceso de vacunación “limitando la disponibilidad de dosis sin atender oportunamente a las poblaciones programadas”, agrega el documento.
Hay que precisar que esta campaña fue promocionada por el gobierno regional del Cusco.